¡Ya lo sabemos! Y lo hemos escuchado. Pero, la verdad, no podemos dejar de decirlo. El plástico se ha convertido en uno de los principales enemigos de la fauna a nivel global. Es un contaminante que mata a millones de animales en el agua y la tierra cada año. Los intoxica, los asfixia o los atrapa. Se estima que 1 millón de aves marinas y 100.000 mamíferos marinos y tortugas mueren cada año a causa del plástico.

Muchos animales marinos comen el plástico al confundirlo con alimentos, mientras otros, como los mariscos, lo ingieren en forma de microplásticos. Cuando los animales comen plástico, pueden bloquear su sistema digestivo, lo cual finalmente les provoca muerte. Si no lo comen, pueden enredarse en ellos y quedar atrapados hasta morir, o cubrir sus cabezas hasta asfixiarse.
Son casi 8 millones de toneladas de plástico que llegan hasta los océanos cada año, a través de los ríos o directamente desde el borde costero. En tierra, aves y mamíferos se encuentran con el plástico en vertederos, en parques, en ríos y en lagos.
Como sabemos, el plástico puede permanecer hasta 1.000 años en el medio ambiente. Mucho de este plástico flota en los océanos y se mueve a través de las corrientes marinas, llegando a lugares tan alejados como el Ártico y la Antártica. Lugares como Rapa Nui reciben anualmente en sus costas toneladas de residuos plásticos que han sido desechados a miles de kilómetros.

Leyes como la eliminación de las bolsas plásticas en el comercio, vigente en Chile desde el año pasado, ayudan a reducir esta contaminación. Pero también ayuda la suma de voluntades para evitar la utilización de plásticos de un solo uso. ¿Cómo? Aquí tienes algunas recomendaciones:
Evita el plástico de un solo uso: Reemplaza las bolsas plásticas por bolsas reutilizables elaboradas con materiales sustentables; las bombillas de plástico por bombillas de metal o madera; prefiere las compras a granel en envases de vidrio, metal, tela o papel.
Reutiliza: Si no puedes evitar su uso, puedes reutilizar envases en casa, en lugar de botarlos a la basura: busca cómo usarlos, puedes darles mil usos, pero no los botes a la basura.
Recicla: Recicla el plástico. Para ello, infórmate de cuáles son los tipos de plástico que se pueden reciclar y revisa cada envase que compres para saber si es reciclable. Compra consciente, no por impulso. El informarse es vital. Hay muchos sistemas de reciclaje a domicilio en varias ciudades de Chile.
Con nuestros comportamientos cotidianos podemos aportar al gran desafío de salvar la vida de millones de animales que están muriendo por el plástico que desechamos.