La destacada consultora española de marketing, Summa, afirma que el 70% de las decisiones de compra se toman en el punto de venta y en tan solo siete segundos. Y se pregunta ¿qué podemos hacer para tener más posibilidades de que elijan nuestro producto? Frente a esta pregunta, plantea que de las mejores maneras de lograrlo es a través del packaging.
Explica que el diseño y desarrollo de packaging es una tarea que requiere una alta especialización. “Si lo dejamos en manos inexpertas o que no tengan una visión holística de la marca el pack resultante podría ser menos efectivo en términos de branding y de ventas, pero además se corre el riesgo de incurrir en responsabilidades económicas y legales por falta de experiencia”, agrega.
Summa propone que lo primero es definir con detalle los objetivos que debe conseguir el packaging, así como las posibles vías que se plantean para alcanzarlos. “Si bien las artes del branding y el packaging no se rigen por reglas matemáticas, existen una serie de consideraciones a tener en cuenta”, indica la consultora.
¿Cuáles son las consideraciones iniciales para el desarrollo de tu packaging?
• Expresar y categorizar las ventajas y beneficios del producto.
• Ofrecer información clara y específica.
• Dirigirse a un segmento de consumidores claramente definido.
• Atraer la atención visual, apelar a los sentidos y conectar con los consumidores a nivel emocional.
• Alinearse con las tendencias sociales, estéticas y tecnológicas.
• Expresar la personalidad de la marca.
• Aportar valor post uso: reutilización.
Para aplicar estas consideraciones al desarrollo del packaging, las empresas deben:
1. Ser proactivas, no dejar de innovar para adelantarse a las necesidades del sector y del usuario. Para ello debemos hacer uso de las nuevas tecnologías y tratar siempre de sorprender, sin dejar de hacer evidente la categoría en la que nos movemos.
2. Buscar la diferenciación con el diseño y su enfoque para lograr impacto en el lineal, así como elevar la percepción dentro de la categoría: se debe estudiar el sector, la competencia y al buyer persona, sus necesidades, motivaciones y momentos del proceso de compra.
3. Priorizar y jerarquizar los mensajes: no se trata de contarlo todo, ni todo a la vez. Debe haber una secuencia de lectura y desde todos los ángulos del envase.